martes, 12 de febrero de 2013

Sí y No. Fotografía.


De nuevo la modelo es (creo)  mi hija mayor, Alba, que este jueves cumplirá 14 añazos.
Confieso que el último año me he sentido bastante nostálgica, echo de menos a mi niña.
Esta adolescente con incipientes curvas, recientes problemas de acné, exámenes a tutiplén y barreras físicas hacia su madre, la ha secuestrado y la nueva Alba no me deja que la achuche -como me gustaría- ni que le haga pedorretas, ni me da masajes, ni me pide que la coja en brazos, ni que la aplaste con todo mi cuerpo -que ya veré cómo puede conmigo-, ni nada de nada, más bien al contrario, se ha vuelto bastante huidiza.
De repente, las redes sociales, los móviles y los centros comerciales son, de largo, más atractivos que yo, en varios sentidos, ¡OMG!
 
Ciertamente tengo mis dudas sobre su verdadera identidad puesto que sigue siento bastante encantadora en numerosas ocasiones y tiene el mismo sentido del humor que la otra, la niña, y sus mismos ojos oscuros y esos labios carnosos, tan suyos. Pero no sé, no lo tengo muy claro.
 
Antes todo era muy sencillo, nuestros mayores problemas solían ser los resfriados o los dolores de tripita o algún disgusto con un compañero del cole, ahora las dudas, los problemas, podría decirse, que como ellos, crecen, pero también las alegrías, las satisfaciones, las espectativas, las oportunidades, el amor.

Cuando edité esta foto, realizada, casualmente, el día de Todos los Santos de 2012, la acompañé del siguiente texto:

Sí y No

Esto solía ser de lo más sencillo.
- ¿Quieres más galletas?
- No.
- ¿Has terminado los deberes?
- Sí.
- ¿Me puedo bañar ya?
- No, la digestión...

De repente, creo que hemos subido varios niveles, ya no tengo tan claro cuando tacho la casilla del sí o la del no. Sé que tus elecciones también se complican, te hablo torpemente sobre Asertividad, aprovechando que "estamos" estudiando para el examen de Ciudadanía y mientras, por la espalda, cruzo los dedos y no me queda otra que desearnos suerte.

Aprovecho desde aquí para desearos suerte también a tod@s l@s padres y madres de adolescentes, para que les acompañemos en su camino a la madurez de la mejor manera posible, sin morir en el intento.


Si te gustó puedes dejar tu comentario.
Saludos y gracias por leer.

Santi Jiménez.

2 comentarios:

  1. Ay Santi, ya tienes una adolescente en casa.... paciencia, yo pude con dos y sigo viva.
    Solo dale cariño y está ahí cuando ella lo demande, lo demás viene solo.
    Besos preciosa

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  2. Gracias, Juana, lo intentaré, lo que no tengo es paciencia para esperar a que lo demande, jejeje, digamos que quizá estoy un pelín demasiado pendiente. Si es que dejé de trabajar cuando ella nació. Pero no me puedo quejar, es muy buena y estudiosa, sólo me falta que me dé diez o doce abrazos y besos al día. Un abrazo y mil gracias por pasarte.

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