martes, 15 de octubre de 2013

Retrato de mujer inacabado. Fragmento.

 
 
Renuncia.
Inercia.
Querencia.
Amor.
Miedo.
Decisión.
Destino.
Obligación.
Imposición.
Voluntad.
Generosidad.
Cobardía.
...

 
 
 
 
  


Bien distintos pueden ser los variados caminos que lleven a una persona a renunciar a su "propia" felicidad, a su libertad "individual", a escoger "su" camino, sin ataduras, sin reparar en otras voluntades o intereses, a aplazar "su" momento en pos de los momentos de los demás.
 
Quiero hoy dedicar esta obra inacabada a esas personas que, por una u otra razón, arrepentidas, resignadas, furiosas, insatisfechas, tal vez, serenas, quizá orgullosas, sientan que se han perdido a sí mismas en el camino. Aquellos que, tratando de ser fieles a quienes les rodeaban, sabotearon sus propias metas y deseos.
 
Deseo ofrecer esta pieza a todos los que dieron pasos en sentido contrario al que trazaron en sus sueños, presos quizá del miedo o la apatía, atrapados por la rutina o las imposiciones sociales, acaso por sí mismos.
 
Cuando pensé en esta entrada, tuve claro que quería acompañarla con una canción de  mi estimada Mónica Naranjo, que yo reinterpreto con un sentido diferente al original. En mi versión recrea el lamento de una mujer arrepentida de dejar escapar por miedo, la oportunidad única de saborear y disfrutar la piel, el sabor, el beso de la felicidad y la libertad, ese tren que quizá nunca volverá. El dolor que a la protagonista le produce es un pesar que no puede aliviar.
 Os dejo la letra y el vídeo. Espero que lo disfrutéis.                                
 

Miedo
 
 
 
Miedo a ser feliz ,
miedo a tenerla junto a mí ,
sentir todo su ser ,
besar toda su piel ,
es algo que nunca me perdonaré .
Ya nunca.
Pienso y miro atrás,
me arrepiento
pero tú no estás.
Ya nunca volverás,
no puedo aliviar
el dolor que siento
hacia mi pesar.
Seco mi cara
y miro al mar.
Pasan los días y las horas
sin saber que hacer.
Canto y olvido
un gran penar
como un ayer
pues con llorar
no volveré
a verla más.
Otro amanecer,
otra noche sola
y sin tu amor
sin escuchar te quiero
sin percibir tu olor.
Esto es lo que tengo
por mi ambición.
Seco mi cara
y miro al mar
pasan los días
y las horas
sin saber que hacer.
Canto y olvido
un gran penar
como un ayer
pues con llorar
no volveré
a verla más.




Hasta la próxima,


Santi Jiménez.